sábado, 14 de noviembre de 2009

Yo, la más pecadora

Venid y vaaamos todoos

Con floores a Mariaaaaaa

Que madre nuestra eeeeeesssss

Eso se canta en el mes de María que comienza el 6 de Noviembre ese día hice mi primera comunión, y acabé con un gran problema que ni sabía que tenía

Todo comenzó cuando yo estaba interna en las monjas con apenas 10 añitos pero para ellas era muchos años, si, yo ¡no había echo la primera comunión! supe que fue algo terrible por que mientras miraba a mis compañeras que iban a comulgar una monja se me acerco y me miro feo y me dijo

- y usted ¿por que no va a comulgar? Y le conté por que no podía, rápidamente me llevo donde otra monja y de ahí a otra con mucha urgencia. Al otro día estaba en clases de catecismo con una pergenias de primero que apenas sabían leer, que me miraban como bicho raro, me hacían sentir culpable de algo que no tenia muy claro.

El catecismo lo hacia una monja viejita, viejita, la madre Amalia. Nada entretenido hasta que se acercaba el día y nos citaron para la confesión

-Yo no puedo venir el sábado soy de Quillon

_Bueno confiésese allá – como si fuera lo más fácil de la vida. El día Sábado fui a la iglesia y el cura no estaba, tuve que esperarlo , por mientras me fui a la plaza donde hice mi acto de reflexión, según las instrucciones de la monja. Meditar sobre mis pecados, lo que yo entendi que era algo asi como filtrar los pecados, por supuesto no le iba a decir todos mis pecados, Solo algunos por que para mi el cura es un señor que trabajaba para ser santo y no debia escuchar ciertas cosas que ni entendería, ¿como explicarle que una vez nos retaron por que estábamos mirando como un perro hacia cochinadas con una perrita?, -no el seguro no tiene idea- pensé. Otro pecado no había por nada que decirlo, ya estaba decidido, vi. como unos cabros escribían un garabato muy conocido en el cemento fresco- mi mama dijo

-eso no tiene perdón de dios- ¿Como se le dice a un cura que cuando salía mi mama veíamos un libro de historia universal y ahí había una negras de África mostrando sus pechos desnudos? no eso es muy terrible

Tantos pecados veniales mortales y esos que no tienen perdón.

Crecí con eso de que el pan es la cara de dios y cuando se caía nos reprochábamos unos a otros

-botaste la cara de dios-

¿Cuantas veces se me habrá caído el pan?...y esa ves que estaba mi tía en la pieza con sus amigas escuchando a Elvis Presley y entro mi hermano para ganar una apuesta nuestro hermano mayor le dijo -apuesto que no te a través a entrar pilucho- y perdió la apuesta la chiquillas gritaban eso dijo mi mama tampoco tiene perdón

¿Con que cara le digo al cura que nos comimos las guindas del enguindado? y nos pusimos a pelear por que estabas curados... no eso si que no…y los cigarros que nos fumamos, cuando quedamos solos porque el abuelo Rafael estaba grave en Santiago, los primeros nevadas mentolados...o no aspiraba pero igual echaba humo.

Que pecadora me sentía, y no terminaba mi inventario de pecados: Dije 20 veces atrevimientos, la verdad es que perdí la cuenta pero 20 veces era como aceptable

¿Cuantas veces me quede con el vuelto?, no se me ocurrió contarlas simplemente era una mala costumbre

¿Que tenia yo en común con esa niñita que aparecía en los santito? esos de recuerdos, esa que le rezaban Jesús en su presencia, algunas sobre nubes, acompañadas del ángel de la guarda, ese que nunca supe donde se metio cuando realmente lo nesecite, a que edad me dejo ,nunca me aviso y me quedo la duda si era mi guardián o un soplon

¿Que diría Jesús?, el perdona los pecados decía el catecismo , no yo a el no le tenia miedo lo que mas me preocupaba eran las monjas , tenia que salir de ese problema , era una falta tan grave como ser madre soltera a la que le falta el matrimonio, después del domingo nadie me miraría feo

Tantos era mis pecados que se paso la hora, cuando entre a la iglesia el cura se había ido

¿Y que hacia yo? como explicaba algo así, como postergar lo impostergable

Cuando llegue a la casa todos esperaban verme contenta

Una tía decía:

_una se siente tan bien, es como sacarse un peso de encima una queda livianita

Yo tuve que ir el día domingo el gran día con la mochila de mis pecados, con mi vestido blanco según yo parecía novia

En ese momento solo pedia no distraerme y no masticar el cuerpo de dios porque ese si que es un pecado grave, aunque nadie sabia por lo que estaba pasando sentí que la culpa la tenia escrita en la frente, pero al salir algo pasó y cuando llegue a la puerta de la catedral iba feliz todo solucionado, camino a la salida un ángel me abraso y me dijo

_ Dios te bendiga el solo quiere que seas feliz - yo digo que era un ángel no de esos con alas y con carita de niña, por que esa señora no me conocía y con ese abraso me quito la mochila de culpas y mi cuenta quedo en blanco, lista para cometer nuevos pecados.

Graduación en Quilón

Ese Lunes llegue mas temprano a la escuela. A los 18 años trabaje como profesora interina, así se le llamaba a las reemplazante, no tenia titulo, pero para la escuela de Quillon en año 74 yo era su única opción, cuando una profe se fue con su pre-natal. Me fui más temprano porque tenía un problema a causa de él no podría hacer clases durante un tiempo y eso me tenía muy triste, ya estaba encariñada con las niñas y mi trabajo me gustaba cada día más. ni siquiera me importaba que me pagaran con el “sueldo minimo” recién inaugurado. Se lo conté a la directora que me escucho muy serena, sin mostrar ninguna sorpresa otra en mi lugar abría sentido vergüenza, pero lo que yo no quería era alejarme de la escuela.

_No, ese no es ningún problema__ me consoló mi directora con muchísima ternura. Ella me conocía de niña de cuando entre a primero, allá por los años 60 y tantos, para mi era mucho tiempo pero ella todavía recordaba cuando llegaba atrasada, en eso estábamos cuando entró la Señora Elsa una colega de la cual yo había sido alumna, la Sra. Aída le comento algo al oído y esta me abrazo cariñosamente_ no te preocupes Nancy_, se acercaron dos profesoras mas a las que le contaron mi pequeña tragedia, ellas me tranquilizaron contándome que ellas más de alguna vez habían pasado por lo mismo

Asia días que la cabeza me picaba y yo decía muy suelta de cuerpo _es una alergia nerviosa_, pero cuando me lave el pelo el día anterior preparé un enjuague de manzanilla y los piojos casi se tomaron el agua, no podía creerlo ¡eran muchos!

Por eso fui donde la señora Aída, para decirle que así no podía hacer clases pero la señora Odette me tomo de los hombros y dijo: _ te felicito eres una buena profesora, esa es la prueba de que tocas a tus niñas _

Entonces muy orgullosa me fui a mi sala y aquí no ha pasado nada, en los días que siguieron se empezó una campaña antipiojos y durante el recreo de esa mañana mis colegas me daban remedios caseros y otros que se compran en la farmacia. Para mi felicidad otra colega dijo calmadamente:

_Buena cosa Nancy, así que ahora eres una profesora “echa y derecha”_

Eso fue para mí como haberme titulado.

El cuidador

-Pero ¿como es eso que te vas a ir? …¿Que te has creído?... ¡Mándate a cambiar ahora mismo y vuelve cuando se te haya ido la borrachera!! ..El hambre lo va a traer, ¡roto mal agradecido!

Pero Guillermo no se movía, estaba decidido, aunque hacia tiempo había jubilado permaneció en el campo un tiempo más, tenia una gran razón, una razón de cuatro patas llamado Rasputin. Este caballo fue comprado por mi padre para realisar algunos trabajos y para el deleite de las nietas. El trabajo era esporádico como arar la viñas emparronadas, esta labor la hacia con Guillermo, un trabajador de confianza que permanecía todo el año para trabajos menores que también se encargaba de su cuidado, cuando no había nada que hacer Guillermo lo sacaba a pastar y sin fallar ningún día, lo llevaba al anochecer a su pesebrera. Guillermo no fallo nunca, aunque fuese domingo o dieciocho de septiembre, quizás por no tener familia se encariño de una manera especial con el caballo.

Durante el día Rasputin pastaba alejándose de la casa hasta llegar a la loma casi al límite de la propiedad, eso permitía verlo desde la casa , por más que se alejara siempre estaba visible, antes de irse a su casa Guillermo lo llamaba un enérgico chiflido y Rasputin se venia corriendo, en días feriado Guillermo se tomaba sus tragos y llegaba caminando con mucha dificultad un paso adelante, otro para el lado, se afirmaba en el parrón y trataba de silbar y pero no podía y el llamado quedaba en mishhs… pizzz , Chapulín.. pizz ,muy bajito, lo increíble de todo esto era que el caballo lo escuchaba y corría como los otros días, se tocaban y a paso lento algo bailado llegaban a la pesebrera

Cuando habían trabajos en la viña como la poda o la vendimia se contrataban mas trabajadores a los que Guillermo se unía. Las chaquetas, parcas y casacas de estos quedaban en un solo lugar allá llegaba Rasputin olfateando hasta encontrar la chaqueta de su amo, con su hocico buscaba en un bolsillo el pan que cada día era reservado para él

Pero este hombre es tonto decían, "como dejar de comer para darle al caballo"

Ellos se conocían y confiaban el uno en el otro cuando llegaba el tiempo de su trabajo que era arar las viñas, había días que Guillermo llegaba enfermo de curado, y desde la casa solo se veía: adelante el caballo seguido por el arado y a ratos una mano que aparecía sobre el surco que iba quedando, a ratos nada, muy despacio caminaba Rasputin para no dañar a su amigo.

Uno era la alegría del otro, pero aun así mi padre vendió el caballo sin decirle nada a nadie. Fue doloroso cuando lo supimos porque un caballo viejo tiene dos destinos que lo exploten hasta morir o charqui.

Fue por eso que Guillermo fue ese día, a decirle a su patrón que no volvía nunca más

Y cumplió, después se le veía en la plaza pretendiendo a una dama, pero al campo no volvió más.